martes, 19 de julio de 2016

Tipos de Blues. Blues eléctrico

El blues eléctrico.


A muy grandes rasgos, todo empieza a finales de los años 30 con la amplificación de la guitarra y de la armónica. Sin embargo esta brevísima afirmación merece ser desmenuzada, al menos unas líneas.


Eric Clapton
                                               

•Chicago


A raíz de la gran Depresión de 1929 y una cada vez mayor miseria y segregación racial en el sur, una gran masa de población negra, principalmente procedente de Mississippi, va a emigrar al norte para instalarse mayoritariamente en Chicago. El tren se convierte en su medio de transporte, en su sueño de libertad y en su salvación económica, con dos paradas trascendentales para la historia del blues en este largo y duro viaje: Memphis y Saint Louis. Esta traslación del country blues a la ciudad, con un patrón musical más seco, duro y descarnado, conforma el blues urbano con su germen y origen en Leroy Carr y Francis Scrapper Blackwell, y de este proceso evolutivo surge el blues eléctrico. Hay dos figuras imprescindibles que ya estaban residiendo en Chicago en los años 20: William Lee Conley Broonzy “Big Bill Broonzy” y Hudson Whittaker “Tampa Red”, que incorporaron a sus grabaciones piano, bajo, saxofón y trompeta; la batería se agregó al blues hacia los años 40. Y ambos sirvieron de cabeza de puente y de magníficos anfitriones del resto de músicos que continuaban llegando a
la ciudad del viento. El tercer músico a tener en cuenta fue John Lee Williamson, “Sonny Boy I”, que dio a la armónica la posibilidad de ejecutar líneas instrumentales en un solo, al modo en que un saxofón lo hacía en una orquesta, y también añadió un piano a sus grabaciones. John Lee Williamson será el primero en amplificar la armónica. John Lee era de Tennessee y no podemos dejar de mencionar a su mayor influencia, su paisano a quien admiraba, Sleepy John Estes, conocido como “el poeta del blues de Tennessee” que junto con su inseparable armonicista y amigo Hammie Nixon fueron los primeros creadores del dúo de armónica y guitarra.
El flujo migratorio hacia el norte continúa con la segunda guerra mundial, con una riada de población negra, casi un 60% procedente de Mississippi, llegando a Chicago para trabajar en la industria del armamento y estableciéndose primero en el South Side y más tarde en el West Side. Big Bill Broonzy realizó alguna sesión con guitarra eléctrica en 1938 pero sin ningún propósito de darle una continuidad. Sin embargo, a partir de mediados de los años 40, prácticamente todo el blues que se realizaba en Chicago era eléctrico. Y en los años 50 las dos bandas que dominaron la escena musical fueron la de Muddy Waters y el combo de Howlin’ Wolf.
La gran contribución de Muddy al blues fue principalmente que tuvo y retuvo muchos elementos del folk blues del Delta, como era el uso de la slide y las canciones escritas de la forma del blues tradicional, dándole además una nueva dirección a esta música, al añadir la guitarra eléctrica y la armónica amplificada junto con el uso de la batería. Y su influencia no solo llegó a los músicos negros de blues sino también a los blancos, como Paul Butterfield o Mike Bloomfield, y a las bandas inglesas de rock.

Howlin' Wolf

•California


Otra importante corriente migratoria se produjo por esas mismas fechas desde Tejas, y en menor medida desde Louisiana y Oklahoma, hasta California para trabajar en los astilleros, sin olvidar el éxodo desde los estados que conformaron el blues del Piedmont hacia Nueva York.

Respecto a California, la música de los tejanos se fue fundiendo con la que provenía de las orquestas de jazz así como con la de los sofisticados cabarets de Hollywood, dando lugar a un blues original, el blues de la Costa Oeste, teniendo en T-Bone Walker, Pee Wee Crayton, el pianista Charles Brown o Lowell Fulson como sus primeros creadores. Algunos músicos que provenían del jazz habían empezado a explorar el sonido de la guitarra eléctrica, como fue el caso de Charlie Christian, el cual tenía como amigo a T-Bone Walker que había sido cautivado por el estilo de la guitarra de Lonnie Johnson, y que también comenzó a experimentar amplificando la guitarra, estando considerado como uno de los primeros bluesman en electrificar este instrumento, sin olvidar a
Lightnin’ Hopkins que también hizo sus pinitos. Lo que sí es cierto es que Walker fue el primero en usar la guitarra para tocar frases como si de un instrumento de viento se tratara. Al principio, cuando las compañías de discos empezaron a grabar música hecha por los negros para su mismo público, crearon sus propios catálogos especiales o incluso compañías subsidiarias. A estas grabaciones se las conocieron como “Race” records. Poco a poco y a partir de finales de la segunda guerra mundial, esta expresión empezó a tener connotaciones negativas hasta que en 1949 un redactor de la revista musical Billboard, Jerry Wexler, y que más tarde sería productor del sello Atlantic, adoptó el nombre de Rythm & Blues (R&B). En los años 50 y 60 este término se había extendido y popularizado coincidiendo con la amplia expansión de la electrificación ya vista anteriormente.
Las pequeñas diferencias que presenta el R&B con el blues es la inclusión de una batería en la sección de ritmo, la utilización de instrumentos de viento, sobre todo saxofón, unas historias más coherentes en las letras de las canciones y una vocalización más clara por parte del cantante para que a la audiencia blanca le fuera más fácil seguirla.

T-Bone Walker

•Memphis


A partir de 1945 Memphis era un hervidero de trabajadores negros procedentes de las zonas rurales y un punto de encuentro de muchos grandes bluesman en Beale Street, donde cada vez fue más frecuente escuchar blues eléctrico en detrimento de las jug bands. B.B. King en 1948 empezó a forjarse un nombre en esta mítica calle. Muchos artistas de blues que tocaban en solitario o a dúo se acomodaron permanente o temporalmente en la ciudad, destacando entre los años 20 y 40 a Furry Lewis, Frank Stokes, Jim Jackson, Memphis Minnie, Little Buddy Doyle, los pianistas Speckled Red y Memphis Slim. Figura importante del blues de Memphis fue Sam Phillips que se dio cuenta que muchos artistas no habían grabado nunca, montó un estudio de grabación y empezó a vender el resultado a determinadas compañías de discos, como Chess o Modern, hasta que fundó el sello Sun en 1951.

Memphis Minnie

•Saint Louis


Es necesario mencionar esta ciudad ya que por su enclave estratégico y fluvial fue uno de los centros industriales principales de Estados Unidos. A finales del siglo XIX ya había músicos de ragtime en el ghetto y a comienzos del siglo XX el blues que se oía en la ciudad era ejecutado principalmente por pianistas, posibilitando que artistas como Roosevelt Sykes se instalaran en la ciudad, así como luminarias de la talla de Robert Nighthawk o Big Joe Williams e igualmente Henry Townsend y Peetie Wheatstraw que tocaban tanto la guitarra como el piano. A partir de 1937 se dio el finiquito a esta música por parte de las autoridades locales tras las denuncias efectuadas por los ultraortodoxos de la virtud y no fue hasta finales de los años 50 en que resurgió de sus cenizas con la llegada de Ike Turner, Little Milton o Albert King. Y no podemos olvidar la otra ciudad de Missouri, Kansas City, también con el piano como instrumento ilustre además de la mezcla de los sonidos jazzísticos de Nueva Orleans. Jay MacShann, Julia Lee o Pete Johnson (que dijo que “el boogie es en realidad un blues en fuga”), uno de los grandes del boogie woogie, son algunos de los artistas más representativos de Kansas City.

Ike & Tina Turner

•Nueva Orleans


La ciudad de la diversión, del Dixieland, la cuna del jazz, del Mardi Grass, la ciudad sin estudios de grabación hasta 1945 y una fuente inagotable de pianistas desde Jelly Roll Morton (impagable la historia en comic de este hombre realizada por Robert Crumb) y Champion Jack Dupree o más tarde Fats Domino con su record de grabaciones y ventas con los arreglos del trompetista Dave Bartholomew y el Professor Longhair, creador del estilo denominado Gumbo, sin olvidar al guitarrista Ediie “Guitar Slim” Jones.

Champion Jack Dupree

•Swamp Blues


El sonido perezoso del blues de los pantanos de Louisiana, el swamp blues, realmente fue una invención del productor J.D. Miller, que asociado con el propietario del sello Excello, se dedicó a buscar, descubrir y grabar a toda una colección de músicos en función de su gusto musical, como era el sonido de la armónica de Jimmy Reed. Esto ocurrió ya más tardíamente, a partir de 1953, y así han pasado a la posteridad Slim Harpo, Lightnin’ Slim, Whispering Smith, Lonesome Sundown o Lazy Lester.

Jimmy Reed

•Nueva York


La migración provenía de Carolina, Georgia o Florida y a finales de los años 30 Leadbelly estuvo en la ciudad grabando para pequeños sellos en la década de los 40. En el barrio negro de Harlem sí se oía blues gracias a Sonny Terry, Brownie McGhee, Reverendo Gary Davis o Josh White que residían en esta ciudad. Sin embargo el blues no gozó en Nueva York de la popularidad que obtuvo en Chicago y la mayoría de la música que se gestó en la ciudad, alrededor del teatro Apollo, se denominó Doo-Wop con cantantes interpretando a capella en un sentido más pop con coros armoniosos más alineados con el gospel. En definitiva, una música que se desarrolló en Nueva York con muy poca relevancia en el blues.

Brownie McGhee


Hasta aquí ha llegado esta brevísima historia del blues que tiene su término a finales de los años 50. A partir de ahí se escribe una nueva página en la historia de esta música con sus sucesivos redescubrimientos y aparición de nuevos talentos que han dejado o continúan dejando un legado esencial. Pero eso puede ser objeto de otro capítulo o quizás, mejor, de un redescubrimiento del lector.

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